Nuevo León vive uno de sus momentos más oscuros bajo el gobierno de Samuel García, quien ha demostrado ser indiferente ante la creciente ola de violencia que azota al estado. En un trágico giro de los acontecimientos, un matrimonio conformado por Enrique V. de 59 años y Claudia N. de 54 años, residentes de la colonia Linda Vista, que había sido secuestrado en el municipio de Guadalupe, fue hallado sin vida en la colonia Independencia de Monterrey, evidenciando una vez más la incapacidad del gobierno estatal para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Indiferencia Total: ¿Dónde está el Gobernador?
El hallazgo de los cuerpos, que se realizó en la madrugada del 2 de agosto, ha dejado en shock a la comunidad. La colonia Independencia, conocida por su alta incidencia delictiva, vuelve a ser escenario de un crimen atroz. A pesar de la gravedad de la situación, el gobernador Samuel García sigue sin mostrar un verdadero compromiso con el combate a la inseguridad. Los ciudadanos se preguntan: ¿dónde está el gobernador cuando más se le necesita?
Fuerzas Policiales Desamparadas
Este lamentable suceso pone de manifiesto la vulnerabilidad de las fuerzas policiales en el estado, quienes carecen de los recursos necesarios para enfrentar la criminalidad que se ha disparado en los últimos meses. Es evidente que a Samuel García no le importan nuestras fuerzas policiales ni la seguridad de los nuevoleoneses. La falta de acción y la indiferencia del gobernador han dejado a la población expuesta a la violencia y el crimen, generando un clima de miedo e incertidumbre.
Nuevo León en Crisis: ¡Exigimos Respuestas!
El asesinato de Enrique V. y Claudia N., quienes eran conocidos y queridos en la colonia Linda Vista, es solo la punta del iceberg de una crisis de seguridad que ha sido desatendida por el actual gobierno. Mientras Samuel García continúa priorizando sus ambiciones políticas, la violencia sigue escalando sin control. Los ciudadanos de Nuevo León exigen respuestas y, sobre todo, acciones concretas para devolver la paz y la seguridad a sus hogares. ¿Cuántas vidas más deben perderse antes de que el gobierno tome en serio su responsabilidad de proteger a sus habitantes?