Aumento de Dengue Provoca Emergencia Sanitaria en Nuevo León

Dengue en NL.

El estado de Nuevo León se encuentra en una grave situación sanitaria debido a un alarmante incremento en los casos de dengue. En tan solo un mes, la cifra de contagios se ha disparado en un 120 por ciento, pasando de 2 mil 347 casos registrados el 2 de septiembre a un total de 5 mil 143 contagios confirmados al cierre del mismo mes.

Nueve fallecimientos y preocupación en la comunidad por dengue

La Secretaría de Salud de Nuevo León ha reportado hasta ahora nueve muertes atribuibles a esta enfermedad, que se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti, mismo que se reproduce en aguas estancadas, lo que agrava la situación, especialmente en áreas donde las lluvias han dejado encharcamientos.

Acciones de Alcalde en Monterrey

Por su parte, el Alcalde Adrián de la Garza implementó acciones de deschatarrización y fumigación apenas dos semanas después de asumir su cargo. Además, los vecinos han manifestado que las medidas preventivas adoptadas por el Gobierno del Estado han sido insuficientes.

El Congreso local exige acción urgente

Ante el alarmante aumento en los contagios, el Congreso local ha solicitado al Gobierno del Estado que emita una declaratoria de emergencia y convoque al Comité de Seguridad en Salud.

La diputada local del PRI, Ivonne Álvarez, subrayó que “las acciones preventivas adoptadas han sido insuficientes y es imperativo reforzar las estrategias de control y erradicación”. Las condiciones climáticas, como lluvias intensas y calor, también han contribuido a la proliferación del mosquito transmisor.

Alma Rosa Marroquín, titular de la Secretaría de Salud de Nuevo León, explicó que desde mayo se ha trabajado bajo un estado de alerta y que diariamente se analiza la necesidad de declarar una emergencia sanitaria.

Comportamiento impredecible del dengue

El doctor Adrián Camacho, jefe del Servicio de Infectología del Hospital Universitario de la UANL, advirtió sobre la dificultad de prever el comportamiento del dengue, ya que este tipo de enfermedades transmitidas por vectores pueden ser impredecibles. La relación entre el aumento de los contagios y las lluvias inusuales de este año es evidente, y estas condiciones han favorecido la reproducción del mosquito.

Camacho señaló que, aunque la tasa de mortalidad por dengue es relativamente baja, inferior al uno por ciento, no se debe subestimar la gravedad de la enfermedad. “El fenómeno es complejo; también hay cambios ecológicos que han ocurrido en las últimas décadas”, comentó. “En los setentas y ochentas, casi no encontrábamos este tipo de vectores en Nuevo León. Sin embargo, el cambio climático y la urbanización han permitido que el mosquito se expanda, y ahora vemos casos en áreas donde antes no había transmisión local”.

Un panorama alarmante de contagios

Las lluvias de este año, especialmente las provocadas por la tormenta tropical “Alberto”, han contribuido al aumento en la población del mosquito Aedes aegypti. Comparando los datos actuales con años anteriores, como 2010, cuando el huracán Alex afectó a Monterrey y se registraron solo 226 casos, la situación actual resulta escalofriante. En septiembre de 2019, tras la tormenta Fernand, hubo 728 casos; en 2020, después de las lluvias de la tormenta “Hanna”, se reportaron 2 mil 265 contagios.

Este año, con más de 5 mil casos ya confirmados, se enfrenta una emergencia que podría tener consecuencias aún más trágicas si no se toman medidas inmediatas y efectivas.

Necesidad de medidas efectivas y coordinadas

Es fundamental que las autoridades de salud de Nuevo León implementen un plan robusto de control y prevención del dengue. Esto incluye la fumigación regular en áreas afectadas, la eliminación de criaderos de mosquitos y campañas de sensibilización para educar a la población sobre cómo prevenir la enfermedad.

Además, la colaboración entre los diferentes niveles de gobierno, así como la participación activa de la comunidad, son esenciales para hacer frente a esta crisis de salud pública. La situación actual no solo afecta la salud de los habitantes, sino que también pone presión sobre el sistema de salud.