Bombardeo de Nubes de Samuel García Fracasa en Nuevo León

SAMUEL GARCÍA BOMBARDEO DE NUBES

En el 2022, Nuevo León enfrentaba una de las sequías más severas en su historia reciente. En respuesta a esta crisis, el Gobernador Samuel García promovió con entusiasmo el uso de una controversial técnica: el bombardeo de nubes. Según sus declaraciones, este método sería capaz de provocar lluvias abundantes, asegurando que con ello se resolvería el problema de la escasez de agua.

Sin embargo, dos años después y con más de 135 millones de pesos invertidos, la realidad parece contradecir sus afirmaciones. Investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, así como expertos internacionales, han señalado que no existe evidencia científica que respalde la eficacia de este método.

Las Mentiras de Samuel García

El Gobernador Samuel García aseguró que el bombardeo de nubes no solo provocaría lluvias, sino que podría aumentar la precipitación hasta en un 100%. “Con esta tecnología puedes provocar nube, si hay nube, provocar lluvia, hasta el doble de lluvia”, afirmaba en 2022. Además, explicó que sería posible canalizar estas lluvias hacia las zonas más necesitadas, como las áreas afectadas por incendios o las presas en niveles críticos.

No obstante, estas afirmaciones carecen de respaldo científico. El doctor Fernando García, investigador de la UNAM, recalcó que “no existe evidencia científica de la eficacia del método implementado en Nuevo León”. Además, la Organización Meteorológica Mundial ha advertido que realizar siembra de nubes durante periodos de sequía es ineficaz y puede resultar contraproducente.

Bombardeo de Nubes Costó 135 Millones

El programa, que incluyó la adquisición de un avión King Air 250 y la realización de 161 vuelos, ha sido un gasto significativo para el estado. La compra del avión y los costos operativos, que ascienden a más de 135 millones de pesos, no se han traducido en los resultados esperados. Los registros de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) muestran que, en la mayoría de los días con bombardeo, las lluvias fueron escasas o nulas.

La falta de resultados ha generado críticas por parte de la ciudadanía y los expertos. “No hay evidencia científica que pruebe que la precipitación puede estar relacionada con un bombardeo de lluvias”, afirmó un investigador en temas hídricos de una universidad texana. Esta técnica, en lugar de ser una solución efectiva, se ha convertido en un desperdicio de recursos en un momento crítico para el estado.

Samuel García: Una Estrategia Cuestionada

El fracaso del programa de bombardeo de nubes en Nuevo León resalta la necesidad de enfoques más fundamentados y efectivos para enfrentar la crisis hídrica. La inversión millonaria en una solución sin respaldo científico ha dejado a la ciudadanía frustrada y con una mayor incertidumbre sobre el futuro del abastecimiento de agua en la región.