La construcción de las Líneas 4 y 6 del Metro en Nuevo León se ha convertido en un problema financiero de gran magnitud. El proyecto, impulsado por la actual administración estatal, ha registrado un incremento de más del 57% respecto a su presupuesto original. De un costo inicial de 30 mil millones de pesos, la cifra se disparó hasta superar los 47 mil millones. Este aumento millonario incluye pagos por conceptos no previstos, modificaciones en la obra y una compensación derivada de la cancelación de la Línea 5, que originalmente recorrería la Avenida Garza Sada.
Las alarmas se encendieron tras la revelación de que el Gobierno del Estado firmará un convenio modificatorio para cubrir estos gastos “extraordinarios”, lo cual pone en entredicho la planeación y ejecución del megaproyecto. Mientras tanto, el Ejecutivo continúa buscando una nueva línea de crédito por 10 mil millones de pesos adicionales, lo que ha generado cuestionamientos sobre la viabilidad financiera del plan y sobre quién terminará pagando la factura.

Líneas 4 y 6 del Metro con sobreprecio
Las obras del Metro se encarecen sin freno
El desarrollo de las nuevas líneas del Metro en Nuevo León ha resultado ser mucho más costoso de lo que se anunció en un principio. De acuerdo con datos obtenidos por fuentes oficiales, el presupuesto original de 30 mil millones de pesos ha quedado completamente rebasado. Con el nuevo convenio que será firmado por el gobierno estatal, el costo final alcanzará los 47 mil 143 millones de pesos.
Este incremento se debe a una combinación de factores: la realización de trabajos “adicionales y extraordinarios”, ajustes en los diseños de ingeniería, obras complementarias y, de manera particularmente llamativa, un pago de 2 mil 185 millones de pesos como compensación por la cancelación de la Línea 5. Esta línea formaba parte del plan maestro de movilidad, pero fue descartada por la actual administración, lo que derivó en penalizaciones contractuales.
El encarecimiento del proyecto ha generado críticas desde distintos sectores, que cuestionan la capacidad del Gobierno del Estado para llevar a cabo una planeación adecuada de las obras. Además, el hecho de que se mantenga el proyecto pese a estos aumentos ha generado dudas sobre la prioridad real de las inversiones públicas en una entidad con múltiples necesidades en seguridad, salud, educación y transporte.
Deuda y falta de resultados
Más créditos, menos avances visibles
A pesar del creciente costo de las obras del Metro, la ciudadanía aún no ve resultados tangibles. Las Líneas 4 y 6 se han convertido en una promesa que parece estar muy lejos de cumplirse. Mientras tanto, el Gobierno del Estado planea contratar una nueva deuda por 10 mil millones de pesos para enfrentar los crecientes gastos, lo que representa una nueva carga financiera para la entidad.
Esta situación ha derivado en una serie de reclamos por parte de ciudadanos, especialistas en movilidad y representantes del Congreso local, quienes exigen mayor transparencia en el manejo de los recursos públicos. Muchos se preguntan cómo es posible que un proyecto de infraestructura de tal envergadura haya sufrido un aumento tan significativo sin que existan explicaciones claras.
Cabe recordar que estas obras fueron presentadas como una solución a los problemas de movilidad del área metropolitana de Monterrey. Sin embargo, con los constantes retrasos, los ajustes presupuestales y la falta de certeza en las fechas de conclusión, la percepción social ha comenzado a cambiar. La promesa de un transporte moderno y eficiente está cada vez más empañada por las dudas sobre el manejo financiero.
La cancelación de la Línea 5, lejos de significar un ahorro, terminó convirtiéndose en un gasto millonario más. Esto ha incrementado el malestar entre habitantes del sur de la ciudad, quienes consideran que sus necesidades fueron relegadas sin justificación suficiente. Aunque la administración estatal asegura que las nuevas líneas beneficiarán a una gran parte de la población, el desequilibrio en la distribución de las rutas y los recursos no ha pasado desapercibido.
Críticas y exigencias ciudadanas
Más preguntas que respuestas para el gobierno
El aumento en los costos del Metro ha encendido el debate público sobre la forma en que se manejan las finanzas estatales. Organizaciones civiles han comenzado a solicitar auditorías y la intervención de instancias independientes que revisen los contratos y convenios modificatorios firmados por el gobierno. Asimismo, legisladores de oposición han pedido explicaciones detalladas sobre los montos adicionales aprobados y sobre las razones detrás del abrupto incremento presupuestal.
La falta de comunicación directa por parte del gobernador también ha generado inquietud. Hasta el momento, no se ha ofrecido una conferencia en la que se expliquen claramente los motivos por los que se canceló la Línea 5, ni se han dado detalles sobre las “obras extraordinarias” que justifican los pagos adicionales.
Mientras tanto, el panorama financiero de Nuevo León se complica. El proyecto, que inició como una promesa emblemática para resolver el caos vial de la metrópoli, se enfrenta ahora a una creciente desconfianza ciudadana. Los usuarios del transporte público, en su mayoría habitantes de sectores populares, siguen esperando mejoras reales mientras observan cómo los presupuestos se inflan sin resultados visibles.
El incremento de 17 mil millones de pesos en el costo total de las Líneas 4 y 6 no solo representa una cifra alarmante, sino también un símbolo del descontrol presupuestario que caracteriza a las grandes obras públicas cuando no se manejan con planeación, transparencia y responsabilidad.
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