“DIFneylandia” de Samuel García: ¿Obra Pública o Negocio Encubierto?
¡Escándalo en Nuevo León! El nuevo parque acuático bautizado como “DIFneylandia” por el gobernador Samuel García ha desatado una ola de críticas en redes sociales. Este proyecto, presentado como un parque recreativo para los niños del DIF Capullos, ha sido acusado de ser un centro comercial encubierto, destinado a generar ganancias en terrenos públicos. Las sospechas han aumentado tras la promoción del propio gobernador, quien comparó esta obra con la emblemática Macroplaza de Monterrey, prometiendo que será uno de los principales atractivos de la ciudad para el Mundial 2026.
El nombre, que intenta evocar la magia de Disneyland, ha sido ridiculizado por los usuarios, quienes señalan que un parque acuático destinado a los más vulnerables no debería ser comparado con una atracción comercial. Lo que debería ser un espacio público incluyente, ha sido percibido como un proyecto lucrativo disfrazado, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si los intereses comerciales están tomando precedencia sobre las necesidades reales de la comunidad.
Críticas por diseño y posible lucro
La controversia comenzó cuando Samuel García anunció con gran entusiasmo el lanzamiento del parque “DIFneylandia”, prometiendo que sería una obra sin precedentes en la región. Sin embargo, desde el inicio, los ciudadanos no han dejado de criticar tanto el nombre como el diseño del proyecto. “Esto no es Disneyland, es un parque de agua para niños en situaciones vulnerables, ¿por qué presentarlo como si fuera una atracción turística?”, comentó un usuario en redes.
Además, muchos sospechan que detrás del parque acuático se esconde un negocio encubierto, cuestionando si el verdadero objetivo es desarrollar un centro comercial en terrenos originalmente destinados al uso público. Estas inquietudes se han visto alimentadas por la falta de transparencia sobre los fondos y el propósito final del proyecto. En un estado donde los espacios públicos de calidad son una necesidad urgente, la idea de que “DIFneylandia” tenga un enfoque comercial ha sido vista como un golpe bajo para los ciudadanos.
Un proyecto que divide opiniones
Mientras el gobernador insiste en que “DIFneylandia” será un regalo para la comunidad, especialmente para los niños del DIF Capullos, los críticos no dejan de señalar las inconsistencias del proyecto. En primer lugar, el fracaso de las obras planeadas en el río Santa Catarina ha generado aún más desconfianza, ya que este parque acuático surge en sustitución de proyectos anteriores que no se concretaron.
A pesar de las promesas del gobernador de que “DIFneylandia” estará listo para el Mundial de 2026, muchos dudan que sea realmente una obra pública en beneficio de los ciudadanos. Las críticas en redes sociales no se han hecho esperar, con comentarios que cuestionan si este parque será accesible para todos o si estará destinado solo a quienes puedan pagar por la exclusividad del espacio.