Justifican “Tarifazo” tras Rechazarlo en 2019
El Gobernador de Nuevo León, Samuel García, y el Secretario de Movilidad, Hernán Villarreal, han defendido públicamente el reciente aumento en las tarifas del transporte público, pese a que ambos fueron algunos de los principales opositores al “tarifazo” que intentó implementar la administración de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, en 2019. El incremento, que podría llegar hasta los 21 pesos por viaje para finales de 2024, ha generado polémica debido a que las tarifas ya habían aumentado recientemente y, en su momento, los actuales funcionarios se opusieron vehementemente a estas alzas.
Un giro en las posiciones políticas sobre el “tarifazo”
En 2019, cuando “El Bronco” propuso un aumento en las tarifas del transporte público en Nuevo León, Samuel García, en ese entonces senador, fue uno de los más férreos críticos de la medida. García, junto con su asesor Hernán Villarreal, encabezó protestas contra el “tarifazo”, y llevaron su rechazo hasta el Senado de la República. García aseguró en varias ocasiones que lo que necesitaba el sistema de transporte no era un aumento de tarifas, sino una reestructuración profunda que mejorara la calidad del servicio sin afectar el bolsillo de los usuarios.
García incluso hizo públicas sus críticas en redes sociales, utilizando carteles de “No al Tarifazo” y organizando movilizaciones frente al Palacio de Gobierno. En 2019, el plan de “El Bronco” consistía en aumentar gradualmente las tarifas de las rutas tradicionales operadas por empresas transportistas de 12 a 19 pesos entre 2019 y 2021, pero debido a la oposición pública, el aumento fue suspendido.
Tras ganar las elecciones en 2021, García asumió el cargo de Gobernador y nombró a Villarreal como Secretario de Movilidad. En ese entonces, ambos prometieron que mejorarían el sistema de transporte sin recurrir a nuevos aumentos tarifarios. Sin embargo, en lo que parece un giro de 180 grados, ahora defienden el incremento de tarifas, y Villarreal incluso ha anticipado que las tarifas podrían llegar hasta 21 pesos a finales de 2024, una cifra sorprendentemente similar a la que había sido propuesta por “El Bronco” cinco años atrás.
Aumento ‘disfrazado’ y nuevas justificaciones
El reciente “tarifazo” del transporte público ha sido descrita por algunos como un “aumento disfrazado”, ya que no solo se ha elevado la tarifa de los camiones verdes operados por el gobierno estatal de 13 a 15 pesos, sino que también las unidades tradicionales de las empresas transportistas, que hasta ahora cobraban 12 pesos, incrementaron su tarifa a 15 pesos. Esta medida fue puesta en marcha sin previo aviso, y no se puede considerar una actualización oficial de tarifas, sino más bien una homologación de precios entre los diferentes tipos de camiones que operan en el estado.
El Gobernador Samuel García justificó la medida diciendo que el objetivo es garantizar que, para el próximo año, todos los camiones en Nuevo León sean nuevos y cuenten con tecnología moderna, como internet y aire acondicionado, lo que representa una mejora significativa en la calidad del servicio.
García argumentó que el estado lleva años buscando tener una flota de camiones nueva y que esta medida es un paso hacia ese objetivo. Además, remarcó que con este cambio, “sacarán la chatarra” que aún circula en las rutas urbanas, mejorando así la infraestructura del transporte público.
Por su parte, el Secretario de Movilidad, Hernán Villarreal, también defendió la subida de tarifas, mencionando que la tarifa no se había actualizado en más de 10 años debido a la politización de la cuestión. Según Villarreal, los recientes aumentos son necesarios para asegurar la operatividad del sistema de transporte en lo que resta del año, ya que de lo contrario, el servicio podría verse afectado. En conferencia de prensa, el Secretario reconoció que la tarifa de 15 pesos es solo un “ajuste de emergencia” y que, para 2025, la tarifa podría subir aún más, llegando hasta los 21 pesos por viaje.
La reestructuración que no termina de llegar
Uno de los pilares de la administración de García desde que asumió el cargo ha sido la reestructuración del sistema de transporte público en Nuevo León. Sin embargo, hasta la fecha, este proceso sigue siendo una promesa pendiente. En 2019, tanto García como Villarreal criticaron el plan de “El Bronco” de comprar camiones nuevos y convertir ciertas rutas en express para justificar el aumento de tarifas. Villarreal incluso escribió un artículo de opinión en el que argumentaba que no era necesario comprar nuevos camiones ni incrementar las tarifas, sino que el enfoque debía centrarse en la reestructuración y en mejorar la calidad del servicio.
No obstante, una vez en el poder, la administración de García y Villarreal ha optado por una estrategia que involucra la compra masiva de camiones, con un total de 1,800 unidades adquiridas para operar principalmente en el estado, además de una licitación en curso para arrendar otras 2,000 unidades. Este enfoque ha generado críticas, ya que muchos consideran que no se ha logrado una verdadera reestructuración del sistema, y que la compra de camiones podría no ser la solución más adecuada a los problemas estructurales del transporte público en la región.
En lugar de la prometida reestructuración, se ha optado por una medida que muchos consideran un “ajuste temporal” y que podría no ser suficiente para resolver los problemas a largo plazo. Además, los recientes aumentos en las tarifas no han sido acompañados de mejoras significativas en la calidad del servicio, lo que genera desconfianza entre los usuarios, que continúan enfrentando problemas como unidades en mal estado, largas esperas y falta de cobertura en ciertas zonas de la ciudad.
El debate sobre la calidad versus el “tarifazo”
Las críticas al aumento de tarifas no se limitan únicamente a los opositores políticos. Desde diversas organizaciones civiles, se ha señalado que el problema principal del transporte público en Nuevo León no es solo la tarifa, sino la calidad del servicio que se ofrece. Usuarios del sistema de transporte han expresado su frustración por el estado de los camiones y la falta de eficiencia en las rutas. La inseguridad y la escasez de unidades en ciertas horas del día también han sido puntos recurrentes de queja.
El hecho de que el aumento se haya aplicado sin previo aviso ha generado malestar entre los usuarios, quienes consideran que el gobierno estatal no ha cumplido con sus promesas de mejorar el servicio. A pesar de las justificaciones ofrecidas por García y Villarreal, muchos ciudadanos sienten que el aumento tarifario se está imponiendo sin ofrecer un servicio de calidad que lo respalde. El gobierno ha prometido que, con los nuevos camiones, la calidad del transporte mejorará, pero muchos consideran que es necesario un enfoque más integral que no dependa únicamente de la compra de vehículos nuevos.