Obras Sin Permisos Ponen en Riesgo Inundaciones del Río Santa Catarina
Construcciones no autorizadas en los alrededores del río Santa Catarina, especialmente en La Huasteca, han resultado en alteraciones del flujo del afluente, generando graves inundaciones en Monterrey.
A pesar de los impactos devastadores y la falta de permisos de impacto ambiental, estos asentamientos continúan expandiéndose, poniendo en riesgo la infraestructura y la seguridad de los habitantes.
Construcciones Sin Permisos Altera el Flujo del Río Santa Catarina
La cimentación de casas, quintas y centros recreativos en el río Santa Catarina, sin las autorizaciones necesarias de impacto ambiental, ha modificado el curso natural del agua, causando desbordamientos en la Zona Metropolitana. Durante la tormenta tropical Alberto, en junio, estos asentamientos ilegales sufrieron graves daños, evidenciando la falta de previsión y regulaciones en la zona.
El ambientalista Antonio Hernández destaca que estas construcciones invaden el cauce del río y fueron seriamente afectadas por el aumento del afluente durante la tormenta.
“La infraestructura que ocupa el cauce no tiene permisos de impacto ambiental, y, sin embargo, se ha permitido su presencia. Esto no solo es ilegal, sino que aumenta el riesgo para quienes viven en Monterrey, especialmente en áreas propensas a inundaciones”, advirtió Hernández.
Además, estas prácticas no son nuevas. Tras el huracán Alex en 2010, algunos propietarios rellenaron las áreas afectadas y reconstruyeron las estructuras, lo que continúa bloqueando el flujo natural del río. Estos patrones han derivado en un riesgo meteorológico evidente, con inundaciones frecuentes, destrucción de infraestructura y daños a propiedades.
Presa Rompepicos: Única con Permisos de Impacto Ambiental
La única construcción en la zona con Manifestación de Impacto Ambiental es la presa Rompepicos. Esta estructura cumple con las normativas ambientales necesarias para minimizar daños ecológicos. Hernández subraya que la presa Rompepicos es la única construcción autorizada, mientras que el resto de las edificaciones no cumplen con los requisitos de impacto ambiental.
- Presa Rompepicos: única infraestructura con permisos ambientales.
- Construcciones ilegales: quintas, centros recreativos y casas en el cauce del río.
- Impacto negativo: alteración del flujo de agua y riesgo de inundación.
Hernández explica que el incumplimiento de estos requisitos conlleva una inspección ambiental que debería desalojar y demoler las construcciones que no cuenten con permiso, una medida que podría prevenir futuros desbordamientos y asegurar la protección de los ecosistemas.
Desafíos en la Regulación en la Huasteca
La falta de claridad en la regulación de La Huasteca ha complicado la intervención para controlar estas construcciones. Según Hernández, tanto la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como el Ayuntamiento de Santa Catarina deben involucrarse en la regulación. Sin embargo, el municipio ha evadido responsabilidades, argumentando que la regulación en el Parque Nacional Cumbres Monterrey corresponde a la Federación. A esto se suma la limitada capacidad de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, que no cuenta con el personal necesario para realizar inspecciones exhaustivas en la zona.
Impacto Ambiental en La Huasteca y Río Santa Catarina
El camino que conecta La Huasteca con la presa Rompepicos se encuentra severamente dañado. A pesar de los 44 millones de pesos invertidos por el gobierno estatal en una ciclopista como parte del proyecto “Nuevo Parque La Huasteca”, las recientes lluvias han erosionado el suelo, exponiendo ductos de agua inservibles que abastecían a la Zona Metropolitana.
Aún peor, las comunidades en La Huasteca sufrieron cortes de agua y electricidad tras las inundaciones. Los testimonios de habitantes revelan que el restablecimiento de servicios básicos tardó meses. Más de cien personas fueron evacuadas en helicóptero debido a los niveles peligrosos del agua, una situación que aumenta las dudas sobre la efectividad de las obras en la zona.
A cinco meses del desastre, la reconstrucción sigue sin avances significativos. Medios locales han informado que el camino podría quedar como una ruta rural, lo que agravaría la situación de aislamiento en las comunidades. Sin embargo, los propietarios de las construcciones afectadas ya han comenzado las reparaciones, aunque el riesgo de nuevas inundaciones persiste si no se toman medidas correctivas efectivas.