Samuel García Deja a Nuevo León en Violencia
El estado de Nuevo León, gobernado por Samuel García de Movimiento Ciudadano, ha alcanzado un récord alarmante en su historia reciente: el número más alto de asesinatos registrados en los últimos 12 años. En los primeros cuatro meses de 2024, la entidad ha contabilizado un total de 466 muertes violentas, un dato que no solo resalta la gravedad del contexto actual, sino que además pone en tela de juicio la efectividad de las políticas de seguridad implementadas por la actual administración.
Este aumento en la tasa de homicidios no es un incidente aislado ni una fluctuación estadística menor. Cada mes de este año ha marcado un pico histórico en comparación con los últimos doce años, dejando atrás incluso las cifras de años tan turbulentos como 2011 y 2012. Tal es el panorama que Nuevo León, bajo la gestión de Samuel García, ha destacado en el macabro podio de los estados más violentos del país, ocupando posiciones líderes en el número de asesinatos diarios a nivel nacional en múltiples ocasiones.
Samuel García: Prioridades mal Posicionadas
Lo más preocupante de esta situación es la aparente desconexión entre el discurso gubernamental y la cruda realidad. Mientras el gobernador Samuel García se ha centrado en promocionar inversiones en infraestructura de seguridad, como la adquisición de una aeronave Blackhawk, los resultados en términos de pacificación y control del crimen parecen ser insuficientes. Este tipo de gestión simbólica sugiere una preocupante inclinación hacia la estética del poder en lugar de su función esencial: garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La falta de estrategias efectivas se ve reflejada en la continuada prevalencia del crimen. Abril, por ejemplo, terminó con 131 homicidios dolosos, solo superado por los años más violentos de la última década. Además, durante la segunda quincena de abril, se reportaron 79 muertes violentas en solo 15 días, evidenciando una escalada que no muestra signos de contención.
Es crucial mencionar que, mientras la violencia escala, las respuestas del gobierno de Samuel García no parecen estar a la altura del desafío. No basta con equipar fuerzas de seguridad si no se acompaña de políticas integrales que ataquen las raíces del problema: desigualdad, corrupción en cuerpos policiales, impunidad y falta de oportunidades, entre otros.
Movimiento Ciudadano: Malos Resultados
El panorama en Nuevo León es un reflejo de un problema más grande dentro de Movimiento Ciudadano. Aunque se promocionan como una alternativa política fresca y diferente, los resultados en términos de seguridad hablan de un fracaso en abordar eficazmente uno de los aspectos más críticos para el bienestar ciudadano. La ciudadanía requiere y merece más que promesas y espectáculo; necesita resultados concretos y un plan de seguridad que trascienda el mandato actual y que realmente retome el control de un estado que se desangra día con día.
La situación en Nuevo León debe ser un llamado de atención no solo para el gobierno de Samuel García y Movimiento Ciudadano, sino para todos los actores políticos y sociales del país. La seguridad es la base sobre la cual se construyen todas las demás libertades y derechos. Sin ella, no puede haber progreso ni paz social. Movimiento Ciudadano, en su promesa de renovación política, tiene la responsabilidad de revisar profundamente su enfoque y cumplir con la primera obligación de cualquier gobierno: proteger la vida y la integridad de sus ciudadanos.