Samuel García Derrocha $135 Millones en Bombardeo de Nubes
Millones en el Aire sin Resultados
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha sido objeto de críticas por su decisión de gastar grandes sumas de dinero en un programa de bombardeo de nubes, cuyo objetivo es generar lluvias para combatir la sequía en el estado. Sin embargo, la falta de pruebas científicas que respalden la efectividad de esta práctica y los altos costos asociados han levantado cuestionamientos sobre la justificación de estos gastos.
Un Avión Millonario para un Proyecto Incierto
Para llevar a cabo el programa, el gobierno estatal adquirió un avión King Air 250 por 70 millones de pesos. Desde su adquisición en junio de 2022, se han realizado 161 vuelos en 132 días, lo que ha implicado un costo promedio de más de un millón de pesos por cada día de operación. Estos vuelos, sin embargo, no han demostrado un impacto significativo en la generación de lluvias, lo que deja en duda la viabilidad del proyecto.
Gastos Continuos y sin Fin a la Vista
Aparte del costo del avión, el programa ha incurrido en numerosos gastos adicionales. Se contrataron servicios de dispersión de químicos por 25 millones de pesos, superando el presupuesto inicial de 21.5 millones. Además, los gastos de mantenimiento ya suman 18.6 millones de pesos hasta 2023, con proyecciones adicionales de 11.8 millones para el presente año. A estos se suman 3.7 millones en seguros y 1.9 millones en combustible, lo que sigue aumentando la carga financiera sobre el estado.
Personal y Logística Costosa
La operación del avión también implica costos significativos en recursos humanos. Se ha pagado 3.9 millones de pesos en salarios para dos pilotos, además de contratar a una empresa por 3.8 millones para la matrícula y la importación del avión. La administración del proyecto involucra a 10 personas, lo que aumenta aún más los gastos operativos del programa.
Falta de transparencia de Samuel García
Las críticas de la ciudadanía y de expertos no se han hecho esperar. La falta de transparencia y la ausencia de resultados tangibles han llevado a muchos a cuestionar la justificación de estos gastos. Organizaciones civiles demandan una auditoría exhaustiva y la reconsideración de estrategias más efectivas y menos costosas para enfrentar la crisis hídrica en Nuevo León.
El gobernador Samuel García enfrenta un escrutinio creciente mientras persisten las dudas sobre la efectividad y la necesidad de un programa que, hasta ahora, ha sido un costoso experimento sin resultados claros para los ciudadanos de Nuevo León.