La administración del gobernador Samuel García está en el centro de un escándalo de corrupción que involucra casi mil millones de pesos. Este esquema de triangulación de recursos afecta a diversas áreas del gobierno, desde el DIF hasta la construcción de carreteras y los suministros alimenticios para cárceles. La constante en todos estos casos es que el dinero siempre termina en los despachos familiares de García. Este patrón ha permitido al gobernador aumentar significativamente su riqueza, mientras que la ciudadanía de Nuevo León enfrenta las consecuencias de una administración corrupta.
Samuel García: Modus operandi del desvío
El esquema de triangulación de recursos operado por Samuel García sigue un patrón claro y sistemático. Empresas contratadas por el Estado reciben pagos significativos, que luego redirigen a los despachos familiares del gobernador. Por ejemplo, en marzo, Suministros MYR recibió 202.9 millones de pesos del gobierno estatal. Esta empresa, a través de Productos Mexicanos JACE, una empresa relacionada, transfirió estos fondos al entorno familiar de García. Este modus operandi ha permitido al gobernador acumular una gran riqueza personal, utilizando los recursos públicos para beneficio propio.
Consecuencias para las obras públicas
El desvío de fondos no solo ha enriquecido al gobernador y su círculo cercano, sino que también ha tenido un impacto devastador en las obras públicas y los servicios en Nuevo León. Proyectos importantes, como la construcción de carreteras y las mejoras en las cárceles, han sido paralizados debido a la falta de presupuesto. Mientras tanto, el gobernador continúa acumulando riqueza personal. Este contraste entre la opulencia de García y la precariedad de los servicios públicos es un reflejo de la profunda corrupción que caracteriza su administración.
Reacciones de la ciudadanía y las autoridades
La ciudadanía de Nuevo León ha reaccionado con indignación ante estos escándalos de corrupción. En las redes sociales, la crítica hacia García y su administración ha sido intensa, y las demandas de justicia son cada vez más fuertes. Las autoridades han iniciado investigaciones para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. La presión social y legal sobre Samuel García sigue aumentando, y la necesidad de transparencia y rendición de cuentas es más urgente que nunca.