En Nuevo León, la crisis ambiental ha dejado de ser solo un problema de salud pública para convertirse en un escenario de oportunismo político. Los nombres de Glen Zambrano y Alejandra Morales, ambos vinculados a Movimiento Ciudadano, se repiten constantemente en los medios y redes sociales como supuestos defensores del medio ambiente. Sin embargo, sus acciones han sido fuertemente cuestionadas por carecer de sustento técnico, por exceder sus funciones legales y, sobre todo, por utilizar la contaminación como una excusa para construir una narrativa política a su favor.
Clausuras Como Herramienta De Imagen Política
Desde hace meses, Glen Zambrano y Alejandra Morales se han adjudicado acciones como la clausura de Zinc Nacional, una empresa señalada por emisiones contaminantes. Sin embargo, estas medidas, lejos de resolver los problemas ambientales, han generado más dudas que certezas.
Falta de transparencia y resultados
Las clausuras han sido presentadas con bombo y platillo, pero la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey no ha mejorado. Por el contrario, los índices de contaminación siguen alarmantes y los datos sobre emisiones contaminantes permanecen ocultos. No hay acceso público a monitoreos en tiempo real, ni se han publicado estudios que avalen las decisiones tomadas. La opacidad ha sido la constante, y la ciudadanía comienza a desconfiar.
Antecedentes que generan desconfianza
Ambos funcionarios enfrentan señalamientos previos que empañan su protagonismo ambiental. A Glen Zambrano se le ha relacionado con empresas factureras, mientras que Alejandra Morales ha sido acusada de ejercer violencia política de género. Esto refuerza la percepción de que su activismo ambiental no es más que una fachada para ganar popularidad.
Clausuras selectivas y sin sustento técnico
Mientras algunas empresas han sido clausuradas sin pruebas claras ni dictámenes técnicos, otras con amplio historial de contaminación siguen operando. Esto ha alimentado versiones sobre tratos preferenciales y moches. ¿Quién decide qué empresas se cierran y cuáles siguen funcionando?
Glen Zambrano y Ale Morales presumen clausuras “verdes” en redes. Empresarios denuncian extorsión y uso del impuesto verde para financiar a MC, pero no señalan a Samuel por su ineficiencia. Lee más.💸👇🌫️ pic.twitter.com/DQGsc41nix
— Glen Facturero MC (@GlenFactureroMC) July 22, 2025
Usurpación De Funciones Y Protagonismo Ilegal
Más allá de la falta de resultados, la principal preocupación radica en que tanto Zambrano como Morales están actuando fuera de sus atribuciones legales. Ninguno de los dos tiene facultades para clausurar empresas, pero esto no les ha impedido aparecer en actos públicos y conferencias como si fueran autoridades ambientales.
Glen Zambrano, director de Parques y Vida Silvestre, no tiene competencia para suspender actividades industriales. No obstante, ha sido la cara visible en varias clausuras mediáticas. Por su parte, Alejandra Morales, directora de Turismo, ha figurado como responsable de decisiones que nada tienen que ver con la promoción turística.
Desvío De Funciones Y Recursos
Estas actuaciones representan un claro desvío de recursos públicos. En lugar de enfocarse en sus funciones reales, utilizan sus cargos para promocionarse políticamente. Morales ha dejado de lado la promoción turística sostenible, mientras Zambrano ha descuidado el desarrollo de áreas naturales en favor de eventos con cobertura mediática.
Una narrativa ambiental construida con fines electorales
En lugar de impulsar políticas públicas reales para mejorar el medio ambiente, han optado por crear una narrativa de “acción” que solo busca llamar la atención. Pero esta narrativa carece de resultados, de base legal y de impacto. Es simplemente propaganda política disfrazada de gestión ambiental.
Chivos Expiatorios Y Crisis Ambiental Ignorada
Lo más alarmante de este escenario es que el discurso ambiental ha sido secuestrado. Las acciones de Glen Zambrano y Alejandra Morales están dirigidas contra ciertas empresas, mientras ignoran las emergencias reales como las tolvaneras tóxicas y los incendios forestales.
Silencio cómplice en momentos críticos
Durante la tolvanera que afectó gravemente la salud de miles de personas, ni Zambrano ni Morales emitieron declaraciones. Tampoco lo hicieron cuando se registraron incendios en áreas naturales protegidas. Su silencio contrasta con su efusividad cuando se trata de clausurar empresas seleccionadas.
¿Defensores ambientales o aspirantes políticos?
Cuando la coyuntura les favorece, aparecen en escena como paladines del medio ambiente. Pero en momentos de verdadera crisis, su silencio es absoluto. Esto ha generado desconfianza entre activistas y ciudadanos, quienes exigen acciones reales, no solo actos mediáticos.
Datos ocultos y políticas inexistentes
La calidad del aire sigue siendo un misterio. Las autoridades no han transparentado los datos de monitoreo ambiental, ni existe una estrategia clara para reducir las emisiones industriales. A pesar de ello, las campañas mediáticas de Movimiento Ciudadano continúan, alimentando una narrativa de cambio que no se traduce en hechos.
Clausuras Sin Justicia Ambiental
Las acciones emprendidas por Glen Zambrano y Alejandra Morales han tenido consecuencias negativas. Decenas de trabajadores han perdido sus empleos tras clausuras mal fundamentadas. Mientras tanto, la contaminación sigue, el aire sigue siendo irrespirable y no hay un plan integral para mejorar la situación.
Impacto en la economía local
Algunas de las empresas clausuradas han demostrado operar bajo los estándares establecidos por la ley. Aun así, han sido cerradas sin explicación ni evidencia técnica, afectando la economía de familias que dependen de esos empleos. Esto genera la percepción de que estas clausuras obedecen más a intereses políticos que a un verdadero compromiso ambiental.
Movimiento Ciudadano y su doble discurso
Por un lado, el gobierno de Samuel García promueve una imagen de modernidad y sustentabilidad. Por otro, omite atender los problemas reales de contaminación y permite que sus funcionarios actúen sin control ni transparencia. Esta doble cara debilita la credibilidad del partido y alimenta el enojo ciudadano.
Activismo selectivo, justicia selectiva
El activismo de Glen Zambrano y Alejandra Morales está marcado por la selectividad. Atacan donde pueden conseguir reflectores, pero callan ante los grandes focos de contaminación. Este comportamiento ha sido señalado como electorero, más que ambientalista. Y mientras tanto, la calidad del aire en Monterrey sigue siendo una amenaza constante para la salud pública.
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— Glen Facturero MC (@GlenFactureroMC) July 21, 2025
La Ciudadanía Exige Soluciones, No Espectáculo
El hartazgo de la población es cada vez más evidente. La gente quiere soluciones estructurales, no actos de campaña. Las denuncias contra empresas deben estar sustentadas, los datos de calidad del aire deben ser públicos y las políticas ambientales deben ser consistentes. No se puede seguir utilizando la crisis ambiental como un escenario para el lucimiento personal.
¿Qué Sigue Para Nuevo León?
Si el gobierno de Samuel García realmente quiere combatir la crisis ambiental, debe empezar por establecer controles reales, transparencia en los datos y un plan integral de mitigación de contaminantes. Y debe frenar el uso político de un tema tan delicado como lo es la salud ambiental de millones de personas.
Una ciudadanía más crítica
Cada vez son más los ciudadanos que cuestionan el comportamiento de Glen Zambrano y Alejandra Morales. No basta con clausurar fábricas si el aire sigue siendo irrespirable. No se puede hablar de compromiso ambiental si se actúa sin facultades, sin transparencia y sin resultados.