En su autobiografía Esperanza, el Papa Francisco, de 88 años, revisita episodios clave de su vida, desde su infancia en un barrio multicultural de Buenos Aires hasta su inesperada elección como Sumo Pontífice en 2013. Bajo el título “Soy un pecador”, el líder de la Iglesia católica se confiesa sin reservas, recordando momentos que lo llenan de vergüenza y remordimiento.
“Recuerdo mis pecados y siento vergüenza (…) Soy un pecador”, admite en el libro.
Además, evoca con cariño los días de su niñez y a los miembros de su familia, incluyendo la travesía de sus abuelos italianos hacia Argentina en 1929, cargados de esperanza y ocultando sus bienes en el forro de un abrigo.
El cónclave que cambió el destino del Papa
Francisco recuerda también los días que marcaron su elección como Papa tras la renuncia de Benedicto XVI. “Nunca imaginé que este cónclave me podía afectar directamente, así que figúrese si había pensado en un nombre papal”, confiesa. Relata cómo la imagen de una persona sin hogar con un cartel que decía “Papa Francisco I” quedó grabada en su memoria, reforzando la humildad y cercanía que han definido su papado.
Desde entonces, ha enfrentado desafíos importantes, como la reforma de la burocracia vaticana y la implementación de estrictas normas financieras, que despertaron grandes resistencias dentro de la Iglesia.
Una vida marcada por la nostalgia
En el libro, el Papa comparte cómo su rol lo ha aislado de pequeños placeres cotidianos. Entre sus confesiones más sinceras, lamenta no poder comer una pizza en un restaurante:
“Una pizza comida en una mesa tiene un gusto muy distinto al de una pizza entregada a domicilio”.
También recuerda con añoranza los días en los que caminaba libremente por las calles y tomaba el metro en Buenos Aires, experiencias que, según él, estaban llenas de lecciones.
Fútbol y promesas
A pesar de ser un apasionado del fútbol y seguidor del San Lorenzo de Almagro, Francisco no ha visto un partido en más de 30 años.
“Un guardia suizo me pasa los resultados”, señala.
Revela también que no ha visto televisión desde 1990, tras decidirlo por un incidente que le dejó una profunda impresión.
Esperanza, escrita en colaboración con el periodista Carlo Musso, explora los pilares de su pontificado: la paz, la acogida de migrantes y la protección del medioambiente. El Papa se presenta como un hombre con pasiones y arrepentimientos, pero guiado por un propósito mayor: inspirar a otros a través de la humildad y el servicio.
La edición en español estará disponible a finales de este mes, prometiendo un retrato íntimo y revelador del Papa Francisco y los valores que han definido su vida.
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