La llegada de Ángel Correa a Tigres ha causado gran expectativa en la afición y en el futbol mexicano. No se trata solo de un refuerzo más, sino de un futbolista con una historia inspiradora y una trayectoria que refleja superación, disciplina y pasión.
Correa, originario de Rosario, Argentina, arriba a la Liga MX con la etiqueta de campeón del mundo, pero también con un pasado que revela su fortaleza y carácter. Su incorporación promete aportar calidad y liderazgo al conjunto felino.
Conoce más a fondo a este jugador.
Una Carrera Forjada En La Adversidad
El camino de Ángel Correa al futbol de élite no fue sencillo. En 2014, cuando estaba a punto de unirse al Atlético de Madrid, le detectaron un tumor benigno en el corazón. La noticia fue un golpe devastador para un joven de apenas 18 años, pero no se rindió. Fue operado en Nueva York y enfrentó un proceso de recuperación largo y complicado. A pesar del riesgo y la incertidumbre, Correa volvió a las canchas y demostró que su pasión por el futbol era más fuerte que cualquier obstáculo.
Su regreso al futbol profesional luego de esta operación marcó un antes y un después en su carrera. Le enseñó a valorar cada minuto en el campo y fortaleció su carácter competitivo. Este episodio es una muestra clara de su espíritu de lucha y determinación.
Un Campeón Del Mundo Discreto Pero Valioso
En 2022, Correa se sumó de última hora a la Selección Argentina para el Mundial de Qatar. Aunque tuvo pocos minutos en el torneo, formó parte del grupo que alzó la copa, acompañando a figuras como Lionel Messi y Ángel Di María. Para Correa, más allá de los minutos jugados, el simple hecho de estar en el plantel fue un sueño cumplido.

La experiencia mundialista consolidó su imagen de jugador comprometido y versátil. Sumarse al plantel campeón reafirmó su calidad y le permitió sumar un logro que pocos futbolistas en el mundo pueden presumir.
Tiempo De Ángel Correa En San Lorenzo Y El Atlético De Madrid
San Lorenzo fue el primer hogar futbolístico de Correa. Allí debutó y conquistó la Copa Libertadores en 2014, lo que lo convirtió en uno de los jugadores más queridos por la hinchada del “Ciclón”. Su historia con el club argentino está llena de momentos memorables y emociones intensas.
Tras su salida de Argentina, Correa emigró a España, donde pasó casi una década con el Atlético de Madrid. Disputó más de 460 partidos y conquistó siete títulos, entre ellos la LaLiga 2020-21 y la Europa League 2018. Con los “Colchoneros”, se consolidó como una pieza clave para Diego Simeone, destacándose por su entrega y su capacidad para jugar en diferentes posiciones ofensivas.
La Versatilidad De Ángel Correa Enamora A Los Técnicos
Correa se caracteriza por ser un jugador versátil, capaz de adaptarse a varias posiciones en el frente de ataque. Ha jugado como mediapunta, extremo por ambas bandas, segundo delantero y falso ‘9’. Esta flexibilidad lo convierte en un elemento valioso para cualquier estratega, y en Tigres será una herramienta fundamental para el técnico y el capitán Guido Pizarro.
La capacidad de Correa para moverse y crear espacios hace que sea impredecible para las defensas rivales. Su habilidad para leer el juego y encontrar huecos lo ha convertido en un referente ofensivo.
Una Infancia Marcada Por La Lucha
Detrás del éxito de Correa se esconde una infancia complicada. Creció en el barrio Las Flores, uno de los sectores más humildes de Rosario. Perdió a su padre y a un hermano cuando era niño, lo que lo obligó a madurar rápido y a encontrar en el futbol una vía para salir adelante.
El deporte se convirtió en su refugio y en su motivación para superar las dificultades. Este contexto forjó su mentalidad fuerte y su perseverancia, valores que hoy lo acompañan dentro y fuera del campo.
El Número 10 Y Su Amor Por Los Símbolos
Durante su etapa en el Atlético de Madrid, Correa utilizó el número 10, un dorsal que representa liderazgo y talento. En Tigres, ese número pertenece a André-Pierre Gignac, por lo que se analiza que Correa pueda portar el 7. Este dorsal está retirado simbólicamente en honor a Gerónimo Barbadillo, aunque en ocasiones especiales se ha utilizado en torneos internacionales.
Además, Correa ha portado otros números en su carrera, como el 11, 16, 26 y 38 en San Lorenzo y la selección argentina. El número en su camiseta refleja su identidad y su estilo de juego, siempre asociado a la creatividad y el desequilibrio.
Ángel Correa: Amistades, Costumbres Y La Fe
El desembarco de Correa en Monterrey lo reencontró con Nahuel Guzmán, su compatriota y viejo conocido en selecciones nacionales. A su llegada, se planeó un asado de bienvenida, pero por cuestiones de horario, el argentino llegó tarde y no pudo disfrutarlo.
Correa es amante del mate y del asado, dos costumbres argentinas que lleva a todos lados. Son rituales que lo conectan con su tierra y le ayudan a mantener los pies en la tierra. Además, es un hombre de fe. Siempre hace la señal de la cruz antes de entrar al campo y comparte mensajes religiosos en sus redes sociales. Su espiritualidad le da fuerza en los momentos difíciles y lo acompaña en cada paso de su carrera.
La Apuesta De Tigres Y La Ilusión De La Afición
El fichaje de Correa no solo representa un golpe mediático para la Liga MX, sino también una apuesta seria de Tigres para seguir compitiendo al más alto nivel. Su llegada eleva el nivel de la plantilla y envía un mensaje claro: el club quiere seguir siendo protagonista en México y en el continente.
La afición felina recibe a Correa con los brazos abiertos y altas expectativas. Su calidad, experiencia y carisma prometen hacer vibrar el Estadio Universitario. Los seguidores esperan verlo brillar junto a figuras como Gignac y Nahuel Guzmán, y sueñan con nuevos títulos nacionales e internacionales.
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