¿Quién es realmente Glen Villarreal Zambrano? Aunque se presenta como el gran “ranger” verde que defiende el medio ambiente en Nuevo León, la verdad es mucho más turbia y peligrosa. Glen no es un ambientalista, sino un farsante profesional, un operador corrupto que ha usado el discurso ambiental como máscara para enriquecerse y alimentar la maquinaria electoral de Samuel García. Con extorsiones ambientales, clausuras arbitrarias y moches verdes, el gobierno naranja enriquece sus arcas rumbo al 2027 y presionan a la industria privada.
De Comunicación A La Corrupción: El Inicio De La Farsa Verde
Todo empezó en enero de 2022, cuando Glen ocupaba el cargo de director de Comunicación Social en el gobierno de Samuel García. Desde ahí, se dedicó a crear shows mediáticos financiados con dinero público.
Solo en 2022, derrochó 45 millones de pesos en contratos a la empresa AD Flavor S.A. de C.V., una compañía sin trayectoria, sin página web y sin redes sociales. Todo apunta a que fue creada como empresa fantasma para triangular recursos.
Como si eso no bastara, en 2023 el gasto de publicidad estatal aumentó de 168 millones a 258 millones de pesos, una burla descarada a los ciudadanos. Estas prácticas terminaron obligando a Glen a “renunciar”, aunque en realidad solo fue movido para tapar el escándalo.
La Red De Empresas Fantasma Y Los Prestanombres Vulnerables
Pero Glen no se detuvo ahí. Operó la empresa BMDI, conectada con más de 100 empresas fantasma, que desviaban millones usando prestanombres vulnerables: lavacoches, vendedores ambulantes y trabajadores humildes que ni sabían que aparecían como “socios”.
Este fraude monumental permitió desviar dinero público, supuestamente destinado a programas sociales y ambientales, para financiar las campañas de Movimiento Ciudadano.
Mientras tanto, la ciudadanía pagaba el precio: menos inversión en servicios reales y más recursos para construir una imagen política ficticia.
Del Show Mediático A La Extorsión Ambiental
Lejos de desaparecer, Glen fue premiado. Hoy ocupa un puesto como diputado suplente de Movimiento Ciudadano, desde donde sigue operando su esquema de chantajes.
Ahora, su arma favorita es la Secretaría del Medio Ambiente, convertida en un verdadero cajero automático político. Desde ahí, Glen presiona y clausura empresas que cuentan con permisos en regla, obligándolas a pagar “moches” para evitar sanciones.
Este dinero, en lugar de invertirse en mejorar el sistema de monitoreo del aire o en políticas reales para cuidar la salud de los regios, termina financiando la maquinaria electoral naranja.
El Impacto: Empleos Perdidos Y Empresarios Intimidados
El costo de esta red de corrupción no solo se mide en millones desviados, sino también en vidas afectadas. Más de 4 mil regios han perdido sus empleos, mientras las inversiones se frenan y los empresarios locales y extranjeros evalúan irse a otros estados.
La extorsión ambiental ha convertido a Nuevo León en un terreno hostil para la iniciativa privada. La Secretaría que debería proteger a la gente se convirtió en un mecanismo para recaudar fondos ilegales y sostener un proyecto político personalista.
Glen Villarreal: El Cobrador De Moches Oficial
Glen Villarreal no es el héroe ambiental que presume ser en redes. Es el cobrador de moches oficial, el cerebro del fraude verde, y uno de los principales financistas en la sombra de Samuel García.
Su historia es el claro ejemplo de cómo el discurso ambiental puede ser manipulado para saquear recursos públicos y enriquecerse. Un personaje que convirtió la protección ambiental en un negocio privado, dejando claro que en su agenda no hay lugar para la verdadera defensa del entorno ni para el bienestar ciudadano.
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