Entre 2016 y 2023, Glen Villarreal Zambrano operó una red empresarial ligada al desvío de recursos y operaciones simuladas. A través de la firma BMDI S.A. de C.V., el actual Secretario General de Movimiento Ciudadano en Nuevo León participó activamente en una estructura de 107 empresas fachada, muchas de ellas con domicilios fiscales falsos, prestanombres sin solvencia y vínculos notariales con antecedentes de fraude.
Esta megarred facturera, cuya creación se concentra principalmente en Saltillo, Coahuila, pero con operaciones en Nuevo León, habría movido más de 25 millones de pesos por medio de facturación cruzada sin respaldo en actividades reales.
La Red Facturera de Glen Zambrano: BMDI
BMDI, creada en 2017 por Glen Zambrano, sostuvo operaciones millonarias como cliente o proveedor con al menos 17 empresas fachada, todas conectadas entre sí mediante apoderados, representantes o socios comunes.
El patrón se repite en cada una: empresas de corta duración, sin empleados visibles, sin infraestructura y creadas ante notarios cuestionados como Carlos Eduardo Elizondo, ex Notario 76 de Saltillo, quien perdió su patente en 2020 por denuncias de fraude.
Entre las empresas con las que BMDI tuvo operaciones destacan:
- Arik Publicidad – $3.9 millones
- Pawel – $3.1 millones
- Furaga – $3.1 millones
- Aitver – $2.8 millones
- Yerur, Sofmu y AD Tecnologías – entre $2.3 y $2.4 millones
- Romrex, Vozle, Gropek y otras – desde $81 mil hasta casi medio millón de pesos
Muchas de estas empresas ya fueron disueltas en menos de tres años, lo que confirma su naturaleza temporal y simulada.
Los Prestanombres de Glen Zambrano
Una de las revelaciones más graves es el uso de prestanombres. Personas de bajos recursos y sin vínculos empresariales aparecen como accionistas de compañías que triangularon recursos con BMDI.
José “Cacho” Domínguez, por ejemplo, sobrevive como cuidacoches en Saltillo y no tiene empleo formal, pero figura como socio de Gropek, una empresa que le facturó a BMDI. Lo mismo ocurre con:
- Manuel Reyna, operario en una planta, socio en Romrex
- Fidencio García, albañil, aparece en Pawel
- Vicente Ovalle, trabajador de fábrica, ligado a Vozle
- Ángel Ricardo García Tijerina, asesinado en mayo, figuraba como socio de Sofmu
Ninguno de ellos sabía que sus nombres habían sido utilizados para crear compañías que participaron en operaciones millonarias. Todos compartieron la misma respuesta: nunca he tenido una empresa.
BMDI y Movimiento Ciudadano
La red construida por Glen Zambrano no sólo pone en entredicho su perfil como dirigente político. También levanta sospechas sobre un posible uso partidista de estas empresas fachada. Las conexiones entre BMDI y proveedores del gobierno durante su paso por la Dirección de Comunicación apuntan a un patrón que va más allá de lo empresarial.
Un ejemplo relevante es La Covacha Gabinete de Comunicación, firma beneficiada con contratos cuando Villarreal era funcionario. Durante la campaña a la gubernatura, una hermana de Samuel García pagó un promocional a esa misma empresa por apenas 3,480 pesos, un monto muy por debajo del mercado, lo que ha encendido alarmas sobre posibles subsidios indirectos a Movimiento Ciudadano mediante esta estructura opaca.
El Sistema de Glen Zambrano con BMDI
La investigación fiscal apunta a que las 17 empresas que trabajaron con BMDI están vinculadas a otras 90 más, creando un sistema de simulación comercial en cadena, con conexiones entre accionistas, representantes legales y notarios. Se trata de un modelo comúnmente utilizado para lavar dinero, desviar fondos o financiar estructuras políticas sin dejar rastros aparentes.
Este modelo se caracteriza por:
- Uso de empresas “fantasma” que facturan sin ofrecer ningún servicio real.
- Disolución temprana para borrar huellas legales.
- Prestadores de servicios que figuran como socios sin su consentimiento.
- Notarios corruptos que facilitan la creación masiva de empresas.

¿Y la Rendición de Cuentas?
A pesar de las evidencias, Glen Zambrano no ha respondido públicamente por estas conexiones. Movimiento Ciudadano tampoco ha aclarado si investiga internamente el posible uso de recursos de origen dudoso o la creación de una estructura empresarial con fines partidistas.
Mientras tanto, las denuncias ya llegaron al Instituto Estatal Electoral. Aunque los procesos legales avanzan lentamente, la presión pública crece conforme se conocen más detalles del entramado.
Glen Zambrano y la red de empresas fantasma que dirigió desde BMDI muestran cómo el poder se puede usar para construir entramados financieros ilegales sin importar el discurso público. Lo que parece una estructura empresarial formal es, en realidad, un sistema diseñado para ocultar recursos, beneficiar políticamente y evadir la ley.
Lejos de representar una nueva forma de hacer política, Zambrano ha replicado un modelo que deja una pregunta abierta:
¿Cuántos más están detrás de esta red?
Y más importante:
¿Cuándo se hará justicia por Nuevo León?