Por tercera ocasión, el gobernador Samuel García optó porno cumplir con sus obligaciones, la presentación de su informe de gobierno simplemente quedó de lado, dejando que el acto más importante de rendición de cuentas se redujera a una simple entrega de papeles.
Mientras los legisladores aguardaban la posibilidad de dialogar con el “Ejecutivo”, el encargado de cumplir con el trámite fue el Secretario de Gobierno, Miguel Flores, quien llegó al recinto acompañado por diputados de Movimiento Ciudadano para depositar el documento en la Oficialía de Partes.
Samuel García, El Gobernador Más Ocupado Del País
Al ser cuestionado por la ausencia del gobernador, Miguel Flores aseguró que el gobernador “tenía un tema de agenda” ¿Será que de nuevo está exhibiendo el black hawk?
Según él, con la entrega del documento se cumple lo que exige la ley, minimizando así el valor político del informe de gobierno estatal.
“Ya cumplimos con la Ley, que es venir a dejar aquí el informe. Ya está sellado, y pues vamos a irnos a seguir chambeando”, declaró Flores, quien también pidió concentrarse en “las buenas noticias que contiene el informe”.
Sin embargo, la justificación no convenció a nadie. El gesto de ausentarse por tercer año consecutivo confirma que el gobernador ha renunciado al diálogo con el Congreso y que prefiere seguir evitando la confrontación directa sobre los resultados de su gestión, la cual deja bastante que desear, con las irregularidades que empiezan en el metro y terminan en La Pastora.
Un Desaire Que Se Convirtió En Costumbre
El informe de gobierno debía presentarse en una sesión solemne, pero la ceremonia quedó vacía, la silla del Ejecutivo volvió a estar desocupada, dejando al Legislativo con un acto simbólico sin rendición real.
Para la oposición y buena parte de la ciudadanía, la ausencia del gobernador se traduce en falta de respeto institucional y desdén hacia el Poder Legislativo. La imagen del secretario depositando el documento resume la distancia entre ambos poderes y la falta de diálogo que caracteriza al actual gobierno estatal.
“En Tiempo Y Forma” ¿Según Quién?
El lema con el que se promovió este informe de gobierno —“En tiempo y forma”— terminó sonando irónico.
Sí, el documento se entregó a tiempo. Pero el acto político de rendir cuentas, el verdadero sentido del informe, volvió a quedarse pendiente.
Mientras el texto oficial presume avances y “buenas noticias”, temas centrales como seguridad, movilidad, agua y transparencia siguen generando críticas. El gobernador evita explicaciones, pero multiplica los discursos publicitarios y los eventos mediáticos.
El Congreso Y El Estado Se Queda Esperando
Los diputados locales tenían preparada una sesión solemne para escuchar directamente al Ejecutivo, pero Miguel Flores abandonó el recinto tras cumplir con el protocolo. El mensaje fue muy claro: no hay diálogo ni rendición, solo trámite. ¿Así o más claro que a Samuel no le importa Nuevo León?
Legisladores señalaron que la ausencia del gobernador demuestra una actitud de indiferencia hacia la rendición de cuentas y una falta de respeto hacia la ciudadanía que exige respuestas.
Para ellos, el informe entregado “en papel” no sustituye la obligación de explicar los resultados de su administración frente al Congreso.
Un Gobierno Que Está Lleno De Contradicciones
El informe de gobierno se ha convertido, bajo esta administración, en una herramienta de autopromoción. En lugar de comparecer ante los representantes del pueblo, el gobernador elige los reflectores de eventos controlados y anuncios en redes sociales.
Con cada año que pasa, la distancia entre su narrativa y la realidad crece. Sonríe frente a las cámaras y da la imagen de la familia perfecta ante un Nuevo León que se cae a pedazos, un gobierno que rinda cuentas es lo menos que el estado merece. El discurso de eficiencia y transparencia contrasta con su ausencia constante en los espacios donde debería dar explicaciones.
Tres años sin presentarse ante el Congreso confirman que para Samuel García la rendición de cuentas no es prioridad, sino un obstáculo que evita cuidadosamente en su “apretada” agenda de apariencias.
Array