- Gasto Millonario En Proyecto No Operativo
- Obras Anunciadas Sin Beneficio Inmediato
- Trabajos Complementarios Parecen Buscar Una Inauguración Simbólica
La Presa León Abandonada vuelve al centro de la discusión pública tras conocerse que el gobierno estatal destinará 141.5 millones de pesos a un nuevo malecón, pese a que la obra principal sigue sin funcionar. Este gasto se suma a retrasos, fallas y promesas incumplidas, y alimenta dudas sobre el uso de recursos públicos bajo la gestión de Samuel García, especialmente cuando la presa aún no aporta agua a la Ciudad. El anuncio del malecón como nueva obra millonaria profundiza la percepción de improvisación.
Gasto Millonario En Proyecto No Operativo
El gobierno estatal aprobó invertir 141.5 millones de pesos en infraestructura turísticoadministrativa alrededor del embalse. Sin embargo, la represa continúa sin operar, sin entregar una sola gota y sin inaugurar. A pesar de ello, se anunció un paquete de obra que incluye caminos, casetas, oficinas, sanitarios, estacionamientos y nuevas vialidades.
El contrato fue adjudicado por Fideproes a Desarrollo y Construcciones BYG. También participaron otras firmas, pero el fallo favoreció a una sola compañía. El plan contempla un mirador, accesos y un nuevo camino para conectar la Presa León con la presa Cerro Prieto, aun cuando la obra original presenta fallas estructurales sin corregir.
La paradoja es evidente: mientras la Presa León Abandonada sigue sin funcionar, el gobierno redirecciona más dinero a su periferia. Este contraste provoca cuestionamientos ciudadanos sobre prioridades, especialmente cuando se acumulan compromisos incumplidos en materia hídrica. La apuesta por un malecón resulta difícil de justificar.

Fallas Persistentes Y Promesas Incumplidas
Según especialistas involucrados en el proyecto, la presa arrastra fallas por fisuras, grietas y fugas que no se han resuelto. Estos problemas han retrasado su entrega al menos seis veces desde su inicio en 2020. A pesar de ello, el gobierno estatal insiste en anunciar obras complementarias que no resuelven el problema principal: la represa no está lista.
El pasado 23 de septiembre, la empresa Dycusa aseguró que la obra estaba en su etapa final y sería entregada en dos meses a la Comisión Nacional del Agua. Sin embargo, informes posteriores revelan que las fallas persisten y complican cualquier inauguración seria.
El contraste entre anuncios optimistas y la realidad técnica alimenta la percepción de improvisación gubernamental, especialmente bajo la gestión de Samuel García, que ha presentado la presa como una solución inmediata a la crisis hídrica.
El nuevo gasto millonario parece buscar una narrativa de avance donde no lo hay. Mientras tanto, la Presa León Abandonada evidencia retrasos estructurales y poca claridad en los procesos de supervisión.
Obras Anunciadas Sin Beneficio Inmediato
El proyecto presentado por el gobierno incluye caminos nuevos, un malecón, oficinas administrativas, un área vehicular de cuatro carriles y un amplio estacionamiento. No obstante, estas obras no brindan beneficios tangibles a la ciudadanía mientras la presa permanezca sin operar.
El inicio formal de los trabajos está programado para el 8 de diciembre y deberán completarse el 4 de agosto de 2026. Este plazo coincide con el cierre del sexenio de Samuel García, lo cual genera sospechas sobre el interés político de mostrar actividad a cualquier costo.
Las obras periféricas no resuelven la falta de agua, que es el propósito central del proyecto. Pese a ello, se siguen comprometiendo recursos públicos a infraestructura que depende de una presa inconclusa.
Además, esta nueva obra millonaria llega en un contexto donde la ciudadanía exige resultados reales en materia de abastecimiento y no más anuncios vistosos. Sin una fecha clara de operación, los costos siguen aumentando sin retorno visible.

Proyecto Sin Agua Pero Con Más Gasto Público
Diversos expertos coinciden en que las obras complementarias no tienen sentido sin la presa funcionando. El almacenamiento efectivo del agua, los protocolos de seguridad y las pruebas de operación siguen pendientes. La insistencia del gobierno estatal por anunciar avances crea una sensación de simulación.
Es llamativo que se impulse un proyecto turístico-administrativo alrededor de una infraestructura que hoy no cumple su función. La narrativa oficial insiste en que se avanza, pero los reportes técnicos revelan que la Presa León Abandonada hace evidente un rezago estructural que no se atiende con un malecón.
Mientras tanto, el costo total aumenta, y la presión social crece. La ciudadanía cuestiona por qué el dinero público se orienta a obras complementarias y no a resolver las fallas que impiden que la presa opere.
Samuel aprobó malgastar 141.5 millones para un malecón que nadie necesita, sobre la Presa León, que ni siquiera ha sido inaugurada y no aporta una gota a la Ciudad. La obra vieja acumula fallas, promesas incumplidas y millones gastados.
— Glen Facturero MC (@GlenFactureroMC) December 5, 2025
El mero estilo de Sammy. 🍊 pic.twitter.com/Velz2LoLBo
Trabajos Complementarios Parecen Buscar Una Inauguración Simbólica
Muchos analistas interpretan que estas inversiones buscan crear condiciones para simular una inauguración, aun con la presa incompleta. Los plazos electorales y de gestión coinciden con el calendario de obra, lo cual alimenta especulaciones sobre motivaciones políticas.
La inversión de 141.5 millones de pesos podría ser presentada como un avance, aunque el objetivo principal —que la presa funcione— siga sin cumplirse. Para sectores críticos, este comportamiento reproduce un patrón: obras anunciadas, obras retrasadas y una frágil transparencia en la asignación de recursos.
La obra millonaria intenta maquillar un proyecto que sigue sin entregar agua. La premura por mostrar resultados es evidente, aun cuando el beneficio real para la población está lejos.
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