El Gobierno de Nuevo León ha otorgado un contrato a la empresa Cas Vic, de Puebla, una decisión que ha levantado suspicacias debido a las polémicas en torno al dueño de la firma. Este contrato, destinado al mantenimiento de camas y camillas médicas, ha puesto en tela de juicio los procedimientos de adjudicación del estado.
Detalles del contrato otorgado
El pasado 3 de abril, los Servicios de Salud de Nuevo León otorgaron un contrato valorado en 9 millones 253 mil 839 pesos a la empresa Cas Vic. Este contrato, que incluye el IVA, se destinará al mantenimiento de camas y camillas en diversas unidades médicas. Lo que resulta peculiar es que Cas Vic fue la única empresa en participar en este concurso, a pesar de que hay otras compañías en Nuevo León que ofrecen servicios similares.
Cas Vic, propiedad de Genaro Castillo Gómez, fue fundada en el año 2000. Sin embargo, no fue hasta 2018 que la empresa amplió su ámbito comercial para incluir la compra y venta de equipo médico y hospitalario. De acuerdo con la Plataforma Nacional de Transparencia, este es el primer contrato que la actual administración estatal adjudica a Cas Vic.
Cuestionamientos y antecedentes del propietario
El propietario de Cas Vic, Genaro Castillo Gómez, ha sido objeto de múltiples críticas en Puebla. Reportes periodísticos sugieren que Castillo Gómez ha recibido adjudicaciones millonarias de la Secretaría de Salud de Puebla en condiciones presuntamente irregulares. Además, se le ha vinculado con una red que aseguraba contratos de manera directa y realizaba compras de equipo médico a precios inflados durante el mandato del exgobernador priista Mario Marín.
Estas acusaciones han levantado dudas sobre la integridad de los procesos de contratación en Puebla y ahora en Nuevo León. La decisión de adjudicar este contrato a una empresa con antecedentes tan controvertidos ha provocado cuestionamientos sobre los criterios y la transparencia del proceso de adjudicación en el gobierno estatal.
Otros contratos cuestionados del gobierno
No es la primera vez que la administración de Nuevo León adjudica contratos a empresas controvertidas. El pasado 21 de abril, se reveló que el estado adquirió mil toneladas de carpeta asfáltica a la empresa Constructora Ahucatlán, también de Puebla. Al igual que Cas Vic, esta empresa fue la única participante en el concurso y no tiene historial como proveedora de dependencias públicas, presentando características de facturera.
La repetición de este patrón de adjudicación ha intensificado las críticas hacia la administración estatal, la cual ahora enfrenta un mayor escrutinio público. Diversas organizaciones y ciudadanos demandan mayor transparencia y responsabilidad en la gestión de los recursos públicos, especialmente en la adjudicación de contratos.
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La controversia en torno a la adjudicación de contratos a empresas cuestionadas destaca la necesidad de mejorar los procesos de licitación para asegurar que se realicen de manera transparente y justa. La administración estatal debe justificar plenamente su decisión de otorgar el contrato a Cas Vic y garantizar que el servicio prestado cumpla con los estándares de calidad necesarios.
Vigilancia pública y expectativas
La ejecución del contrato por parte de Cas Vic será vigilada de cerca por la opinión pública y los medios de comunicación. Dada la controversia, cualquier irregularidad en el cumplimiento del contrato podría tener graves repercusiones tanto para la empresa como para el gobierno estatal. Es crucial que Cas Vic demuestre su capacidad para cumplir con los términos del contrato y ofrecer un servicio de calidad.
Para el gobierno de Nuevo León, este caso representa una prueba importante de su compromiso con la transparencia y la gestión adecuada de los recursos públicos. La administración deberá esforzarse por recuperar la confianza de la ciudadanía y demostrar que sus decisiones están orientadas hacia el bienestar común y no influenciadas por intereses particulares.