La reciente contienda electoral ha desatado una tormenta en la política de Nuevo León, revelando traiciones y maniobras que han puesto en jaque la relación entre Samuel García, Gobernador del estado, y Luis Donaldo Colosio, una de las figuras más prominentes de Movimiento Ciudadano (MC). Las elecciones no solo evidenciaron la falta de apoyo popular hacia García y su esposa, Mariana Rodríguez, sino que también dejaron al descubierto una supuesta estrategia del gobernador para asegurar la victoria de Waldo Fernández de Morena, sacrificando así a su “compadre” Colosio.
Estrategia de Samuel García
Los resultados de las elecciones mostraron una sorprendente victoria de Waldo Fernández, candidato de Morena al Senado, lo que levantó sospechas sobre la posible intervención de García. Según las acusaciones, el gobernador habría facilitado esta victoria con el fin de eliminar a Colosio como un posible rival en las elecciones de 2030 dentro de Movimiento Ciudadano. Este movimiento táctico confirma el adagio de que en la política no existen amigos verdaderos, solo intereses.
Esta supuesta alianza entre Samuel García y Morena ha dejado a Colosio en una posición vulnerable, evidenciando que el apoyo que una vez existió entre los líderes de MC se ha desvanecido. La relación entre Samuel y Luis Donaldo se ha tensado al punto de la ruptura, con Colosio sintiéndose traicionado por alguien que consideraba un aliado cercano.
Ruptura y Deslinde
La ruptura entre Samuel García y Luis Donaldo Colosio se hizo aún más evidente tras las elecciones municipales de Monterrey. Mariana Rodríguez, esposa del gobernador y candidata a la alcaldía, sufrió una derrota significativa. Frente a este escenario, Colosio adoptó una postura conciliadora, aceptando los resultados y facilitando la transición de poder en Monterrey, distanciándose así de los intentos de García y Rodríguez por impugnar las elecciones.
Colosio, en un acto de independencia política, se desvinculó públicamente de Movimiento Ciudadano y de las impugnaciones promovidas por el gobernador. Este deslinde no solo debilitó la imagen de unidad dentro del partido, sino que también marcó el inicio de una serie de confrontaciones entre ambos líderes. La decisión de Colosio de cooperar con su sucesor en Monterrey ha sido vista por muchos como una traición a Samuel García, quien ahora considera a su antiguo aliado como un adversario.
Consecuencias y Futuro
La rivalidad entre Samuel García y Luis Donaldo Colosio ha trascendido el ámbito político para convertirse en una cuestión de orgullo personal y lealtades rotas. La reacción del gobierno estatal no se hizo esperar: en un acto percibido como represalia, se suspendieron algunos servicios públicos en Monterrey, lo que exacerbó aún más las tensiones. Este movimiento fue interpretado como una estrategia para debilitar la administración de Colosio y enviar un mensaje claro de las consecuencias de oponerse al gobernador.
El futuro de esta disputa es incierto. Mientras García busca consolidar su poder y asegurar su posición dentro de MC, Colosio emerge como una figura de oposición, dispuesta a enfrentar las consecuencias de sus decisiones. La pregunta que muchos se hacen es cómo terminará esta rivalidad y qué impacto tendrá en la política de Nuevo León y de Movimiento Ciudadano a nivel nacional.