La campaña Mariana Rodríguez avanza mucho antes de cualquier proceso electoral formal. A través de estrategias digitales cuidadosamente diseñadas, la esposa del gobernador Samuel García ha convertido la comunicación institucional en una herramienta de promoción personal. En apenas tres meses, ambos destinaron un gasto millonario en redes sociales, disfrazado de difusión gubernamental, para fortalecer su imagen y preparar el terreno para su siguiente movimiento político.
Campaña Mariana Rodríguez: Publicidad Con Sello Personal
Los registros de la Biblioteca de Anuncios de Meta muestran que, del 15 de julio al 15 de octubre, se invirtieron 10 millones de pesos en campañas publicitarias desde las cuentas personales de Mariana Rodríguez y Samuel García. En apariencia, los anuncios promueven el Cuarto Informe de Gobierno y algunos logros institucionales, pero el contenido real está centrado en ellos: su familia, su estilo de vida y su papel como “pareja joven” que encabeza un Nuevo León “moderno y progresista”.
Las publicaciones más costosas —una de ellas con un gasto de 600 mil pesos— no fueron anuncios oficiales, sino videos familiares. En promedio, la pareja pagó 111 mil pesos diarios para mantener activa su presencia digital. Aunque aseguran que los recursos provienen de fondos privados, los materiales publicitarios incluyen tipografías, colores y logotipos del Gobierno de Nuevo León, lo que desdibuja los límites entre lo institucional y lo personal.
La pareja formada por El Gobernador Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez, gastó en promedio 111 mil pesos al día en esta publicidad en las redes de Meta. Hubo un pago de 600 mil pesos para promocionar un sólo posteo en Instagram, de su vida familiar https://t.co/mcBg1ymLGV pic.twitter.com/FWzg8SUaiW
— SinEmbargo (@SinEmbargoMX) October 19, 2025
Estrategia Política Encubierta De Samuel García
Detrás de la campaña Mariana Rodríguez hay un patrón repetido: la utilización de programas sociales y eventos gubernamentales como plataformas mediáticas. En varios de sus anuncios, Rodríguez aparece promoviendo Amar a Nuevo León, un programa que dirige honoríficamente, pero cuya difusión fue pautada con montos cercanos al millón de pesos.
El caso más evidente es la contratación de Nauka Comunicación Estratégica, empresa que en 2024 y 2025 obtuvo 69 millones de pesos en contratos estatales para promoción digital. Esta misma compañía gestionó 100 anuncios en YouTube relacionados con el Cuarto Informe de Gobierno, donde se destacan tanto las obras de Samuel como la participación de Mariana en eventos de beneficencia.
Los registros de transparencia de Google confirman que el Gobierno de Nuevo León pagó directamente gran parte de esa publicidad, aunque aparezca en cuentas personales. La práctica revela un posible uso electoral de recursos públicos, camuflado bajo el discurso de la difusión institucional.
Campaña Mariana Rodríguez: De Influencer A Figura Política
El ascenso de Mariana Rodríguez no puede entenderse sin el impulso mediático del poder estatal. De influencer a primera dama, su imagen ha sido moldeada para conectar con un público joven, emotivo y aspiracional. Sin embargo, la narrativa de cercanía y empatía choca con la magnitud del gasto millonario en redes sociales que respalda su exposición.
Según la Biblioteca de Meta, Mariana destinó 3.9 millones de pesos entre julio y octubre solo en anuncios patrocinados, mientras que la cuenta del Gobierno estatal aportó 1.6 millones adicionales para reforzar su figura. En total, más de cinco millones en tres meses para proyectar su imagen como símbolo de sensibilidad social y liderazgo femenino.
Aunque su cargo en Amar a Nuevo León no es remunerado, la visibilidad que obtiene a través de ese organismo ha sido clave para posicionarse nuevamente como candidata potencial. En sus publicaciones se la ve entregando apoyos, asistiendo a colonias afectadas o presidiendo actos de seguridad, siempre acompañada por cámaras, luces y mensajes de autopromoción.
Un Proyecto Familiar De Poder
Mientras la imagen de Mariana crece, el discurso de Samuel García refuerza el papel de ambos como “equipo”. En un spot ampliamente difundido, el gobernador dice: “Soy esposo de Mariana y padre de Mariel e Isabel, y quiero que Nuevo León sea un mejor lugar para todas las niñas y niños”. El video costó 600 mil pesos en pauta y fue dirigido principalmente a usuarios de la Ciudad de México y Jalisco, lo que sugiere un interés nacional más que local.
Este tipo de mensajes no buscan informar sobre políticas públicas, sino posicionar a la pareja en el imaginario político de México. En cada publicación, la línea entre gobierno y familia se difumina, creando una narrativa de éxito y unidad que sirve como plataforma para futuros proyectos electorales.
Sin embargo, mientras invierten millones en visibilidad, los principales problemas del estado siguen sin resolverse. La inseguridad, la contaminación y la crisis de movilidad contrastan con la opulencia del gasto publicitario, generando una percepción creciente de desconexión entre el gobierno y la realidad ciudadana.
Empresas, Marcas Y Conflictos De Interés
El crecimiento mediático de Mariana Rodríguez está ligado también a su red empresarial. Es socia en al menos cinco compañías registradas en el Registro Público de Comercio, entre ellas Mariana Rodríguez Cantú S.A. de C.V., dedicada a la mercadotecnia y publicidad. También ha registrado marcas como Mar Cosmetics, Bacano y Fosfo Fosfo, todas vinculadas a su presencia digital.
Estas actividades empresariales abren dudas sobre la transparencia y los beneficios económicos derivados de su proyección política. Al manejar tanto contratos estatales como empresas privadas de publicidad, se borra la línea entre lo público y lo personal. Lo que comenzó como una carrera de influencer parece haberse convertido en un modelo híbrido de promoción política y comercial.
Desde 2020, Samuel García ha invertido más de 45 millones de pesos en sus propias campañas digitales, mientras Mariana Rodríguez supera los 4 millones. Los datos confirman que la comunicación oficial del gobierno se ha convertido en un vehículo de promoción personal.
Narrativa Digital Y Ambición Política
El concepto de campaña Mariana Rodríguez resume una estrategia perfectamente diseñada: convertir la gestión gubernamental en contenido emocional para redes sociales. Cada visita, cada entrega de apoyos, cada fotografía familiar forma parte de una narrativa que busca inspirar confianza y simpatía, pero también votos.
La fuerza de su imagen no está en los resultados de gobierno, sino en la capacidad de convertir lo cotidiano en propaganda. Con un tono amable y una estética cuidadosamente curada, Mariana ha logrado lo que muchos políticos no: mantener relevancia permanente sin necesidad de ocupar un cargo formal.
A pocos meses de que inicie un nuevo ciclo electoral, su presencia constante en redes, su discurso emocional y su respaldo institucional la colocan en el centro del tablero político. No es coincidencia, sino el resultado de una estrategia de largo plazo financiada, en buena parte, con dinero público.
La campaña Mariana Rodríguez representa un nuevo modelo de comunicación política, donde la línea entre influencer y funcionaria se disuelve bajo una capa de publicidad millonaria. Lo que antes se vendía como cercanía ciudadana hoy se revela como una operación de posicionamiento electoral, en la que el poder del Estado y la influencia digital trabajan al servicio de una misma causa: la ambición de permanecer en el escenario político.
Array











