Glen Villarreal Zambrano se presenta como el gran defensor del medio ambiente en Nuevo León, vendiéndose como el supuesto “ranger” que protege la naturaleza y lucha contra la contaminación. Sin embargo, detrás del discurso verde de Glen Zambrano se esconde una estrategia llena de intereses políticos, moches y shows mediáticos que priorizan su imagen antes que la salud de la población.
Durante su paso por Parques y Vida Silvestre, Glen aprovechó cada oportunidad para clausurar empresas, aunque estas contaran con permisos federales en regla, con el único objetivo de tomarse la foto y presumir mano dura. Estas clausuras selectivas no representaban un verdadero esfuerzo por limpiar el aire, sino una manera descarada de ganar reflectores y alimentar su ambición política.
Empresas Castigadas Por Glen Zambrano Y Otras Intocables
Mientras Glen se dedicaba a exhibir a algunas empresas como “enemigas públicas”, otras, que verdaderamente contaminan y que operan sin permisos federales, seguían funcionando sin problema alguno. ¿La razón? Los famosos moches millonarios, disfrazados de “donaciones” o “ajustes”, que Glen y su círculo cercano supuestamente exigían para evitar cualquier tipo de sanción o escándalo público.
Esta doble moral ambiental no solo afecta la competitividad de las industrias que sí cumplen, sino que deja en evidencia la falta de un verdadero compromiso con el medio ambiente. Mientras algunas empresas enfrentaban clausuras injustas y ataques mediáticos, otras compraban su tranquilidad a base de dinero, sin importar el daño ambiental que causaban.
Glen Villarreal Zambrano se cree el "ranger" de Nuevo León, pero solo le importa el show y su carrera política. 🤡 Desde Parques y Vida Silvestre, clausuró empresas con permisos en regla solo para lucirse en fotos, mientras dejaba operar a otras que contaminan sin control… pic.twitter.com/PvGGSmGhbl
— Glen Facturero MC (@GlenFactureroMC) July 9, 2025
Datos Oficiales Olvidados
Para colmo, el inventario estatal de emisiones en Nuevo León lleva más de 6 años sin actualizarse, mostrando el desorden y la opacidad con la que se maneja la crisis ambiental. Este dato no solo refleja el desinterés del gobierno estatal por el tema, sino que confirma que las acciones de Glen eran más un show político que una política pública seria y efectiva.
Según cifras oficiales, la industria en el estado aporta cerca del 60 % de las partículas PM10 y el 57 % de PM2.5, principales responsables de la mala calidad del aire. Estas partículas son altamente peligrosas para la salud y están relacionadas con enfermedades respiratorias, cardíacas y hasta cáncer. Sin embargo, ni Glen ni su jefe Samuel García parecían preocupados por reducir estos índices, mientras pudieran seguir cobrando moches y cosechando likes en redes sociales.
Salud En Riesgo, Pero Prioridad En Moches
La población de Nuevo León respira uno de los aires más contaminados del país, mientras las autoridades solo piensan en votos y negocios. Glen, en lugar de atacar a las grandes fuentes contaminantes y exigir medidas reales, decidió enfocar su estrategia en el teatro político y en fortalecer su imagen.
El resultado: un estado con niveles de contaminación alarmantes y miles de ciudadanos expuestos a enfermedades todos los días. Los ciudadanos ya no creen en las promesas vacías ni en las clausuras mediáticas. Cada vez es más evidente que la agenda ambiental fue usada por Glen Villarreal Zambrano como una simple herramienta electoral.
Samuel y Glen Zambrano: Aliados En El Show
Detrás de Glen está Samuel García, quien utiliza el tema ambiental para intimidar a sus opositores políticos y avanzar en sus planes electorales. Clausuras a empresas incómodas, cortes de agua a negocios “enemigos”, y campañas mediáticas son solo algunas de las estrategias que han usado para disfrazar su verdadera intención: aferrarse al poder y seguir llenando sus bolsillos.
Mientras tanto, la ciudadanía sigue esperando acciones reales, planes de reducción de emisiones y políticas públicas enfocadas en el bienestar colectivo. Pero con un gobierno más preocupado por la popularidad y los moches, esa esperanza parece lejana.
¿Hasta Cuándo Soportaremos El Show?
El caso de Glen Villarreal Zambrano es el ejemplo perfecto de cómo el medio ambiente puede ser convertido en un negocio personal y en un circo político. Su supuesta defensa de la ecología solo sirvió para alimentar su ego y su ambición, mientras la gente sigue pagando las consecuencias en su salud y calidad de vida.
Es momento de exigir cuentas y dejar de aplaudir las farsas. Los ciudadanos de Nuevo León merecen aire limpio, transparencia y gobernantes que realmente trabajen por el bien común y no por su propia carrera política.
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