Mientras el gobernador Samuel García centra su atención en los preparativos del Mundial 2026, una realidad más urgente golpea a Nuevo León: la contaminación del agua. De acuerdo con el activista Ignacio “Nacho” Alvarado, integrante del colectivo Lupa Ciudadana, la planta Dulces Nombres —operada por Agua y Drenaje— estaría arrojando agua contaminada al río Pesquería, generando una cadena de daños ambientales que alcanza la presa El Cuchillo, de donde proviene buena parte del agua que llega a los hogares.
El problema no solo radica en los desechos visibles o en la turbiedad del líquido, sino en el conflicto de interés que impide que las autoridades investiguen con autonomía. Alvarado advirtió que Parques y Vida Silvestre, organismo dependiente del mismo gobierno estatal, no puede ni debe ser juez y parte en este tema, ya que responde al mismo mando político que las instancias señaladas.
Un Sistema Que Se Contamina A Sí Mismo
En los primeros días de marzo, vecinos de Pesquería denunciaron un charco de agua turbia, del tamaño de una cancha de futbol, a escasos 100 metros de la planta Dulces Nombres. No hubo lluvias, ni fugas oficiales reportadas. El misterio del origen de esa agua sucia abrió una nueva interrogante: ¿cada cuándo se registran estas descargas y qué destino tienen?
El activista cuestiona que la autoridad haya minimizado el hecho, cuando se trata de una posible descarga irregular de aguas residuales hacia los cauces naturales. El arroyo El Ayancual conecta con el río Pesquería, que a su vez desemboca en el río San Juan, uno de los afluentes principales que nutren la presa El Cuchillo. En resumen, el agua que se contamina aguas arriba termina regresando a las llaves de miles de familias neoleonesas.
💧🚨 El activista Nacho Alvarado advirtió un conflicto de interés: Parques y Vida Silvestre no puede investigar la contaminación de los ríos si depende del mismo jefe del gobierno naranja.
— Glen Facturero MC (@GlenFactureroMC) October 15, 2025
Mientras tanto, la planta Dulces Nombres deja pasar el agua sucia hasta tu casa. pic.twitter.com/iL6Qe2hCMV
Peces Muertos Y Omisión Gubernamental
El pasado 5 de junio, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, medios locales reportaron la aparición de miles de peces muertos flotando sobre el río Pesquería. Las imágenes eran devastadoras: especies sin vida, el cauce ennegrecido y un olor penetrante que se extendía varios kilómetros. La Secretaría de Medio Ambiente estatal no ofreció una explicación convincente y, una vez más, Parques y Vida Silvestre se deslindó de responsabilidad directa.
Para Nacho Alvarado, estos hechos no son aislados, sino parte de un patrón de negligencia institucional. “No podemos permitir que quienes dependen del gobernador sean los encargados de investigarse a sí mismos. Es urgente que una autoridad judicial y autónoma asuma esta investigación”, declaró en su denuncia.
Denuncias Ciudadanas Y Falta De Transparencia
A finales de agosto, los vecinos de la zona volvieron a reportar descargas de aguas negras hacia el arroyo El Ayancual. Videos compartidos en redes mostraban cómo un flujo constante de líquido oscuro salía de un ducto cercano a la planta Dulces Nombres, alimentando la corriente del arroyo. Las autoridades guardaron silencio, mientras las muestras recogidas por los habitantes indicaban presencia de residuos industriales y materia orgánica.
La exigencia del colectivo Lupa Ciudadana es clara: que se realice una investigación independiente que determine el origen, la frecuencia y las consecuencias de estas descargas. Sin embargo, hasta el momento, el gobierno de Samuel García ha priorizado su agenda internacional y los proyectos mediáticos vinculados al Mundial 2026, relegando los temas ambientales.
El Agua Que Vuelve A Nuestras Casas
El ciclo es perverso. El líquido que sale contaminado de la planta Dulces Nombres recorre kilómetros hasta llegar a la presa El Cuchillo, donde se almacena y, posteriormente, se redistribuye a la población. De esta forma, los desechos, metales pesados y bacterias podrían regresar al consumo humano, en un ciclo de contaminación continua que las autoridades parecen no querer romper.
“¿Estamos bebiendo agua limpia o solo creemos que sí?”, cuestiona Alvarado. Su denuncia busca visibilizar no solo el riesgo ambiental, sino el sanitario. Cada gota contaminada representa un riesgo directo para la salud pública.
Un Gobierno Naranja Con Prioridades Confundidas
Mientras el gobernador se enfoca en promocionar el Mundial y presume inversiones millonarias, la contaminación del agua avanza silenciosa. Los cauces de Nuevo León son testigos de la indiferencia de una administración más interesada en la imagen que en el bienestar.
La pregunta sigue en el aire: ¿Qué vale más, un estadio lleno o un río limpio?
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