Uno de los aspectos más alarmantes de la situación del transporte público en Nuevo León es la magnitud de las filas que se registran cada tarde en las paradas de camión. Los videos que circulan en redes sociales han dejado al descubierto la realidad de quienes dependen de este servicio para llegar a sus destinos: filas que llegan a alcanzar hasta dos cuadras, con personas que se ven obligadas a esperar entre 90 minutos y dos horas para poder abordar una unidad. Este tipo de situaciones no son eventos aislados, sino que se han convertido en una constante, especialmente en los puntos más concurridos de la ciudad.
A pesar de que los testimonios de los usuarios evidencian que esta es una experiencia recurrente, las autoridades continúan minimizando el alcance del problema. Sin embargo, las pruebas visuales son claras: las largas filas y el calor sofocante que enfrentan las personas mientras esperan son una muestra palpable de la ineficiencia del sistema de transporte público. Aunque algunos usuarios han optado por llegar más temprano para evitar las aglomeraciones, la situación sigue siendo insostenible, especialmente para aquellos que dependen del transporte público para llegar a tiempo a sus trabajos o compromisos.
Este tipo de caos no es solo una molestia, sino que también afecta directamente la calidad de vida de los regiomontanos. La inseguridad de no saber si se logrará abordar un camión o si habrá suficientes unidades disponibles para cubrir la demanda solo aumenta la frustración. Las condiciones de espera, muchas veces bajo temperaturas extremas, también representan un riesgo para la salud de los usuarios, quienes se exponen al sol durante largos periodos sin acceso a sombra o algún tipo de resguardo.
El caso de la Línea 6
El atraso en la construcción de la Línea 6 del Metro, que atraviesa el Parque Fundidora en Monterrey, ha impactado de manera significativa al organismo operador de este espacio recreativo. A pesar de que las obras iniciaron en septiembre de 2023 con un plazo estimado de un año, el Gobierno del Estado ha avanzado solo un 35%, acumulando ya cuatro meses de retraso.
De acuerdo con información proporcionada vía transparencia, los retrasos han causado pérdidas económicas por al menos 16.8 millones de pesos, derivadas del cierre de estacionamientos y la suspensión de eventos.
Pérdidas económicas para el parque Fundidora
El Parque Fundidora ha reportado que el cierre de los estacionamientos 4 y 5 ha representado una pérdida de 4.3 millones de pesos, mientras que los eventos cancelados o afectados por las obras han generado un impacto negativo de 12.5 millones.
“Se le informa que los cierres de los estacionamientos 4 y 5 del parque generaron una pérdida de 4.3 millones de pesos. En cuanto al tema de eventos, se generó una pérdida por 12.5 millones de pesos”, declaró el organismo en su respuesta.
Afectaciones en áreas verdes y recreativas
La construcción de la Línea 6 afecta directamente 57,750 metros cuadrados del Parque Fundidora, incluyendo 23,444 metros cuadrados de pistas y andadores, así como 34,306 metros cuadrados de áreas verdes. Entre las afectaciones se encuentran instalaciones eléctricas, hidráulicas, fibra óptica y la Pista Bulevar Acero, que deberán ser reparadas al concluir las obras.
El tramo que atraviesa el parque forma parte del recorrido que conectará el Hospital de Gine con el Aeropuerto Internacional de Monterrey, pasando por la Avenida Madero.
Compromiso no cumplido en Nuevo León
Cuando el Consejo de Administración del Parque Fundidora aprobó el trazo de la Línea 6, se afirmó que las instalaciones y operaciones del parque no serían afectadas. Sin embargo, los retrasos y las afectaciones económicas y físicas al parque han generado preocupación entre los usuarios y el organismo operador.
Además, en noviembre pasado, el Gobierno estatal reconoció que la falta de recursos había obligado a reducir el ritmo de construcción de las Líneas 4 y 6 del Metro, lo que podría extender aún más los tiempos de entrega.

Impacto en el uso del parque
Los trabajos en curso no solo afectan la infraestructura del parque, sino también su uso cotidiano como espacio recreativo. Con restricciones en áreas clave y cierres parciales, el acceso de los visitantes se ha visto limitado, disminuyendo la experiencia de quienes disfrutan de este emblemático lugar de Monterrey.
Un llamado a acelerar los trabajos
El Parque Fundidora es un espacio icónico para los regiomontanos y visitantes, por lo que los retrasos en la construcción de la Línea 6 generan preocupaciones tanto por las pérdidas económicas como por las afectaciones a sus instalaciones.
Las autoridades estatales enfrentan el desafío de acelerar los trabajos y cumplir con las promesas de entrega, al tiempo que garantizan la reparación de los daños ocasionados al parque. La conclusión de este proyecto será fundamental para mejorar la conectividad de Monterrey, pero también para preservar uno de sus espacios públicos más importantes.
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